Un pueblo, al este del valle de Jálama, justo a sus pies, que forma parte de "us tres lugaris", donde todavía se conserva el dialecto de "a fala".
Agua corriendo por sus calles, fachadas mágicas y plazas de otra época, nos reciben en un pueblo, lleno de rincones especiales, como la fuente del Chafaril, su piscina natural o las torres de Hernán Centeno.
Una visita a Sierra de Gata, sin recorrer sus calles, sería incompleta, ya que guarda la esencia y autenticidad de esta sierra entre sus calles y plazas.
Un recorrido inolvidable.