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Lucha contra el cáncer
El supercomputador Lusitania aporta nuevamente su capacidad de cálculo a la lucha contra el cáncer
  • Publicado: 20/10/2016 12:29
  • por: extremadura.com
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La capacidad del supercomputador Lusitania para construir un modelo sobre la estructura de los compuestos químicos y simular así su comportamiento en aquellas situaciones requeridas por los investigadores, está permitiendo avanzar en la lucha contra el cáncer.

En concreto, la Universidad de Extremadura, a través de los investigadores del Grupo Quorex, en colaboración con el Departamento de Química de la Universidad de Oxford, ha recurrido a la capacidad de cálculo del Lusitania II para “establecer los requerimientos estructurales esenciales para la actividad biológica de varios tipos de iminoazúcares derivados de ácidos pipecólicos, prolinas y azetidinas como inhibidores de β-N-acetilhexosaminidasas”.

La información proporcionada por el supercomputador sobre la actividad biológica predecible de esos compuestos en determinadas situaciones es lo que ha permitido al equipo científico la preparación de sustancias capaces de reducir de forma considerable la invasión celular de una línea tumoral especialmente agresiva, “lo que parece indicar que podría considerarse como una estrategia antimetástica viable”.

Los resultados de esta investigación han sido publicados recientemente en la revista internacional Organic & Biomolecular Chemistry en la que sus responsables precisan que “los iminoazúcares son derivados de carbohidratos con interesantes propiedades biológicas, ya que a menudo se comportan como potentes inhibidores de glicosidasas, enzimas implicadas en un gran número de procesos biológicos. En concreto, la inhibición de β-N-acetilhexosaminidasas constituye una novedosa estrategia para el tratamiento de metástasis asociadas a ciertos procesos cancerígenos”.

El supercomputador Lusitania II, gestionado por el Centro Extremeño de Investigación, Innovación Tecnológica y Supercomputación (CénitS), fue inaugurado a finales del pasado mes de mayo. Entre sus características destaca una capacidad de cómputo quince veces más potente que su antecesor, el Lusitania I, que tiene 1,6 Teraflops de potencia frente a los 23 del Lusitania II.

Uno y otro continuarán prestando servicios de comunicaciones avanzadas, almacenamiento masivo de datos o cálculo intensivo a cualquier organización que lo demande.