MUBA, museo único, uno de los más relevantes de España

El Museo Provincial de Bellas Artes de Badajoz, MUBA, tal como se le conoce actualmente en sus siglas, cuenta con una amplia trayectoria de dilatada historia y con contenidos realmente relevantes. Ha celebrado recientemente su centenario y su actual directora, María Teresa Rodríguez, con 16 años de trabajo en sus instalaciones, sostiene que la pinacoteca provincial muestra una composición museística tras su ampliación que la hace diferente sorprendiendo a sus visitantes.

El MUBA ha cambiado a lo largo del tiempo su contenedor, su imagen, tan importante como el contenido artístico que alberga. A lo largo de estos cien años de vida la mitad los pasó prácticamente en el edificio del palacio de la Diputación, hasta que en los años setenta del pasado siglo contó con instalaciones exclusivas para uso museístico, el inmueble de la calle Meléndez Valdés que hoy continua siendo parte del conjunto. Se inauguró en 1979. Posteriormente se añadió el anexo de otro edificio en la calle Duque de San Germán, unido al primigenio por un patio abierto. Fue a finales de 1998 cuando se abrió al público con una magnífica exposición dedicada a Zurbarán.

Teresa Rodríguez destaca la última incorporación, inaugurada en 2015. Se trata de una nueva ampliación de edificación nueva que ha impulsado al museo confiriéndole mayor relevancia por el diseño arquitectónico, que a nadie deja indiferente. De hecho, estuvo nominado a un premio por el acierto de los arquitectos: la unión visual entre los espacios tradiciones, antiguo y novedoso, con lo que logra transformarse en uno solo, “sin sensación de ruptura”, destaca su directora.

Colección del MUBA

Los fondos del MUBA viajan del siglo XVI al XXI. La idea es que el visitante realice un viaje en el tiempo, de lo más actual a lo más pretérito. Del XVI al XVIII el fondo es menor pero no por ello falto de interés, al contrario. Las colecciones del XIX y XX responden fundamentalmente a artistas extremeños, muchos de ellos becados por la Diputación. Subraya Teresa Rodríguez que “esto no quiere decir que las obras anteriores no sean igual de valoradas”. De hecho y con motivo del centenario se ha adquirido una pieza de Luis de Morales.

Existe también una parte dedicada a la escultura, con obras realmente interesantes. Buena parte de ella se exhibe en el patio, espacio vivo donde se desarrollan actividades concertísticas en verano, presentaciones, actos inaugurales y otros eventos. Destaca especialmente la idea de que la Diputación de Badajoz pone este museo y sus instalaciones al servicio de la sociedad de manera completamente gratuita.

Exposición de Naranjo

Eduardo Naranjo ha repetido en el MUBA con una nueva exposición que se clausuró en pasado mes de marzo y que ha resultado ser todo un éxito por el interés y número de visitantes. Ya realizó otra en 2002 con 12.000 personas admirando sus obras. Con esta última, clausurada hace escasos días, se celebró el centenario del Bellas Artes 18 años después.

Historia

Sebastián García Guerrero, presidente por aquel entonces de la Diputación de Badajoz, puso en marcha el museo por iniciativa de pintores entusiastas, sobre todo de Adelardo Covarsí. Fue en enero de 1919. Los antecedentes del actual MUBA están en la Escuela de Ates y Oficios y en las becas para artistas pensionados que auspició la institución provincial. En 1903 las dotaciones alcanzaban las tres mil pesetas, cantidad nada desdeñable para la época. Estos artistas becados debían corresponder con donaciones de sus obras. Y con 28 de ellas se abrió el germen del museo.

Buena conocedora del MUBA, la conservadora del Prado y restauradora, Leticia Ruíz, no dudó en seleccionar a la pinacoteca pacense para albergar una de las obras que por el bicentenario del museo madrileño fueron cedidas a otros ubicados en capitales de provincia. Al pacense le tocó una joya, la obra de Zurbarán “San Francisco en Oración”. Además, Leticia fue la autora de un texto que acompañó el catálogo dedicado a la muestra del Divino Morales organizada por Bellas Artes de Badajoz. Morales es uno de los grandes artistas extremeños y mundiales de pintura religiosa.