Tras obtener el Primer Premio del Certamen Internacional "Memoria Rural" el documental "Despacio” (2009), de Libre Producciones, dirigido por el extremeño José Camello Manzano fue escogido en la Sección Oficial de Mediometrajes para participar del  Concurso de 'Alcances', 42 Muestra Cinematográfica del Atlántico, el más prestigioso escaparate del cine documental en  España, que se celebrará en Cádiz del 9 al 18 de septiembre.

La elección en este certamen de gran relieve, supone un importante paso más para la exhibición del documental y para Libre Producciones, de cara a la consolidación de su obra entre las más representativas, al menos, de entre aquellas que se elaboran desde la periferia, lejos de los principales centros de producción del Estado.

Se trata del primer filme extremeño que compite en la sección oficial de este festival tras 42 años de andadura.

Las proyecciones de "Despacio" en la 42ª Muestra Cinematográfica del Atlántico, "Alcances", en Cádiz serán el Sábado 11/09 a las 22h y el Domingo 12/09 a las 17h. El lugar, los Multicines Al-Andalus "El Centro".

Además, su realizador estará presente en los Desayunos con el Público que el festival celebra como una de sus más llamativas actividades.

Las agradables sorpresas que está deparando este último trabajo de los autores de “Mientras el aire es nuestro” (2007) o “La pulga de agua” (2004), en particular acerca de las consideraciones sobre de su originalidad, sugieren que "Despacio" estará entre los mejores filmes documentales de la temporada en este país.

En la actualidad y coincidiendo con la carrera comercial y de festivales de “Despacio”, José Camello Manzano y Libre Producciones preparan su primer largometraje de ficción, titulado “El mal del arriero”, que rodarán en 2011.

En un sólo año, hasta cuatro películas distintas de Libre Producciones (“El sabio mudo”, “La ilusión”, “Mientras el aire es nuestro” y “Despacio”) compitieron en festivales internacionales.

El documental

"A veces, nos cansamos de ser zarandeados, de que continuamente nos sacudan la atención. Necesitamos abiertamente un descanso, algo que nos permita reconectar. Alcanzar la plenitud de una contemplación más apacible. Ralentizar el tiempo. Comprender la diferencia que hay entre mirar y ver. Si lo hemos conseguido, nuestra respiración se relaja, y disfrutamos el placer insospechado de concentrarnos en algo muy distinto a nuestras preocupaciones habituales. Pocas veces un audiovisual pretende el mismo efecto. Como si fuera una infusión relajante, este documental propone sólo respirar despaciosamente. Mirar, vaciar la mente en la morosidad de lo que sucede, hasta aprender a ver que hay, en la vida que nos rodea y en nuestro propio corazón, una tranquilidad que ni siquiera sospechábamos. Presentar una sucesión de momentos sin más punto de vista que su intrínseca paz. Casi nada, y casi todo, en un lugar del mundo al que acecha una cámara: la vida vegetal, la vida animal, la vida humana."