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Proyección del documental Florencia y la Galería de los Uffizi: Un viaje al corazón del Renacimiento el 1 de marzo, a las 20.30, en los Multicines Cáceres (también el martes 8 de marzo a las 17.30).

SINOPSIS: Pocas ciudades del mundo contienen tantas obras maestras como Florencia. El Renacimiento se fraguó y alcanzó su esplendor aquí, al amparo de mecenas como Lorenzo de Médici. La lista de genios abruma: Leonardo, Miguel Ángel, Rafael, Donatello, Brunelleschi, Botticelli, Tiziano, Caravaggio…

Contemplar el arte desde la butaca tiene sus ventajas (y no nos referimos solo a la comodidad y el precio). Para empezar, en persona nunca alcanzaríamos tal grado de detalle. Por ejemplo, elDavid de Miguel Ángel mide cuatro metros; el visitante está condenado a verlo desde abajo, en contrapicado. Aquí lo miramos a los ojos gracias a las grúas y a las cámaras de nueva generación, que permiten igualmente estudiar los frescos más altos de la sala del Cinquecento en el Palazzo Vecchio, o rodear la catedral y sobrevolar sus alrededores a vista de pájaro mediante un helicóptero. Por si fuera poco, este filme usa recursos innovadores, como las 3D, que realzan la belleza de las obras. Podríamos dejar que hablasen por sí solas… pero otra ventaja del documental es que contamos con los mejores guías, como Arturo Galansino (director del Palazzo Strozzi) o Antonio Natali, responsable de la insuperable Galería de los Uffizi entre 2006 y 2015.

El experto se opone a la concepción del museo como un monasterio: "Conocer una obra de arte no significa venerarla, sino aprender a leerla igual que se lee un poema, profundizar en su contenido y su forma". Así desentraña los símbolos y misterios de obras tan célebres como laAnunciación, de Leonardo da Vinci (1472): "Estamos tan acostumbrados a mirar cuadros sin cuestionárnoslos que no nos damos cuenta de que aquí la protagonista no es la Virgen, sino la montaña", sigue Natali. "Aunque se ve al fondo, todas las líneas de perspectiva convergen en ella. Es un símbolo: la tierra se abre, dando paso al mar, y el cielo la fertiliza con una figura que guiará al mundo: la montaña es Cristo".

De la mano de estos excepcionales cicerones y del mismísimo Lorenzo el Magnífico (el actor Simon Merrells), recorremos Florencia y sus creaciones más representativas, de la arquitectura, con la inconfundible catedral de Santa Maria del Fiore o el Ponte Vecchio, hasta las fuentes (la de Neptuno en la Piazza della Signoria, de Bartolomeo Ammanati), los frescos (el Juicio final de Zuccari en la cúpula del Duomo; la capilla Brancacci, de Masaccio), las vidrieras (la Coronación de la Virgen de Donatello en la catedral, que alberga en su baptisterio la Asunción de la Virgende Ghiberti)… Aunque las estrellas, por supuesto, son la escultura y la pintura. En la Galleria dell'Accademia se halla la estatua más famosa de todos los tiempos, el David de Miguel Ángel. Su réplica preside la Piazza della Signoria, junto a Perseo con la cabeza de Medusa, bronce de Benvenuto Cellini, el Rapto de las Sabinas, de Giambologna, y el gran león (Marzocco) de Donatello, cuyo original encontramos en el Museo Bargello.

En cuanto a la pintura, Giotto abrió el camino con su tabla Maestà d'ognissanti, Piero della Francesca elevó el listón del retrato con El Duque y la Duquesa de Urbino, Botticcelli hizo historia con su Nacimiento de Venus, Tiziano dio una lección de colorido y realismo con la sensual Venus de Urbino y Rafael con la Madonna del Cardellino. Aunque la atención se vuelca en Leonardo, no solo por su sugerente Anunciación, sino por la esperadísima restauración de la Adoración de los magos, presentada en los Uffizi tras 4 años de trabajo.