Una de las actividades de la primera edición del Festival en el año 2014 consistió en la celebración de un primer Encuentro de Jardineros, Viveristas y Paisajistas de Extremadura. El encuentro supuso una primera toma de contacto a nivel regional donde se expusieron algunos trabajos y oportunidades relativas a estas profesiones, así como la futura creación de una Escuela dirigida a las mismas.
Dada la necesidad de seguir apoyando e impulsando estas profesiones en nuestra Comunidad, en esta segunda edición del Festival vamos a llevar a cabo un segundo encuentro que permita continuar y ampliar esta línea de trabajo y avanzar en la creación de esta Escuela Extremeña de Jardineros, Viveristas y Paisajistas entre todas las personas interesadas.
Se trata de estar en contacto, de una manera estable y con un equipo de profesionales y técnicos adecuado para, entre tod@s, mejorar las situación del sector, impulsarlo y otorgarle el reconocimiento debido. Ya hay un amplio grupo de personas dispuestas, así como la petición formal a la Diputación de Cáceres para su puesta en marcha.
La Escuela intentará abarcar tanto el sector público, de ayuntamientos fundamentalmente, como el sector privado en cuanto a formación continua, pues es preciso abordar las claves teóricas y prácticas de la jardinería y el paisajismo más actual. La Escuela pretende también, recuperar la memoria de los espacios ajardinados históricos de Extremadura con el fin de seguir aprehendiendo un legado muy abandonado y en deterioro constante.
La jardinería, el viverismo y el paisajismo son profesiones de gran ayuda a la hora de abordar uno de los retos a los que se enfrentan los núcleos urbanos, como es la creación, mejora y puesta en valor de espacios naturales urbanos públicos y privados, ya que éstos juegan un papel cada vez más importante desde la doble perspectiva de calidad de vida local de sus habitantes y del turismo.
Desde el punto de vista de la calidad de vida, existen numerosos trabajos realizados sobre los beneficios que aportan las áreas verdes urbanas, como parques y jardines, a la población residente. Entre estos efectos positivos de carácter social, podemos citar el incremento de la conciencia ambiental o ecológica; la mejora del proceso de enraizamiento de la comunidad y de construcción de identidades socioculturales, del sentimiento de seguridad, o de la salud mental y física de l@s ciudadan@s, entre otros.
