Conocerse a uno mismo es difícil, complejo y fascinante. Pone en juego nuestras creencias y emociones, cuestiona nuestras certezas, es una aventura que nos permite comprendernos a nosotros, a los demás y el mundo en el que estamos.
Se dice que Sócrates le preguntó al Oráculo de Delfos: ¿Qué tengo que hacer para ser más sabio?
El Oráculo le respondió: Conócete a ti mismo.
¿Te apuntas? Nos vemos el viernes