Arquitectura Popular: Esgrafiados de Valdefuentes



De todos los que alguna vez lo hayan visitado, Valdefuentes es conocida su belleza, la afabilidad de sus gentes y el entorno sin igual que propicia la histórica templanza que rezuma cada una de sus piedras, todo ese pasado que conjuga su existencia con el devenir cotidiano de los vecinos y que impregna con su esencia del espíritu de antaño cada una de sus calles y plazas.

En el más inesperado de los recodos, aparecen en Valdefuentes, de la misma manera que en la más explícita de sus calles el ESGRAFIADO, una técnica de decoración sobre todo de exteriores, que como seña de identidad califica por sí solo al municipio y que embellece por doquier las fachadas y patios de las casas e incluso el Claustro del Convento de San Agustín con zócalo esgrafiado en negro sobre paredes blancas.

No es nada frecuente encontrar muchas representaciones de esta técnica en nuestros pueblos, sí que puede existir algún que otro edificio decorado en alguna localidad, pero lo que no es nada habitual es que existan tantas y tan variadas formas de representación de esta técnica en la que Valdefuentes es auténtico privilegiado. Servían para embellecer, caracterizar y hacer de las fachadas de los edificios un especie de comunicación escrita que al igual que de adorno, de ornamento, sirviera para denotar circunstancias propias de la vida de cada uno; unas notas de comunicación geométricas que plasman la creatividad, el buen gusto y saber hacer conjugados.

El mosaico de piedra y color que muestran los esgrafiados en Valdefuentes permite adivinar el componente subjetivo pero no obstante tangible de la personalidad optimista de los vecinos del municipio, cómo sino de otro modo podrían crearse fachadas que produjeran tal sensación de alegría y ausencia de pesimismo y que dotaran al municipio de esa luz tan peculiar que se aprecia en las calles del pueblo los días soleados; constituyen un espectáculo para la vista.

Existen documentos y estudios que atestiguan que Valdefuentes puede considerarse el principal foco de utilización tradicionalmente histórica del esgrafiado como técnica decorativa, sirva de ejemplo la obra "Pueblos y lugares de España", del autor Carlos Flores López, editado por Espasa Calpe (1991).

El esgrafiado es una técnica aún vigente, en cuanto no se ha perdido y pervive en el tiempo y con la que el pueblo se identifica, habiendo llegado a convertirse en una tradición capaz de superponer sobre el presente resquicios del pasado y conjugar tradición, cultura y presente en el tiempo.

Valdefuentes "Capital Regional del Esgrafiado", título otorgado por el Gobierno de Extremadura el 28 de Mayo de 2013.