Pueblos del Valle del Alagón. ( Coria)

  • Situada al noroeste de la provincia de Cáceres y enclavada en el valle del Alagón, la "tierra de Coria" es esencialmente llana y limosa, dedicada al cultivo.
    La zona goza de un clima continental, con acusada influencia atlántica, que condiciona su vegetación, en la que predominan la encina y el alcornoque, como especies arbóreas, y el matorral mediterráneo.
    En cuanto a los cultivos más destacados son, en secano, el trigo, el olivo y las plantas forrajeras, mientras que en las grandes extensiones de terreno puestas en regadío, son el tomate y otras hortalizas, aprovechadas para la transformación industrial, el maiz, el tabaco y el algodón, los más importantes.


    Destaca en primer lugar la muralla, magnífico ejemplar de arquitectura militar romana. Fue levantada durante el Bajo Imperio, entre los siglos III y V, utilizándose en su construcción sillares graníticos en las partes bajas y mampostería y pizarra en las altas, junto con algunas estelas funerarias. A intervalos desiguales, se disponen más de veinte torres cuadradas y macizas de distinta envergadura.
    Cuatro son las puerta


    La Catedral de Santa María de la Asunción, construida sobre el lienzo sur de la muralla, es un valioso ejemplar gótico-renacentista, con decoración plateresca en sus dos fachadas y añadidos barrocos en el remate de la torre. Se edificó la actual catedral en el s. XIV sobre una anterior que, a su vez, se había construido aprovechando una mezquita musulmana, prolongándose sus obras hasta el s. XVIII. Está concebida como un inmenso salón y única nave, con estrecho crucero, hoy alterado por las tribunas de dos espléndidos órganos, ambos del s. XVIII. El claustro, la torre, algunas capillas y otras dependencias completan el conjunto.


    El origen de la ciudad se remonta a tiempos históricos de gran antigüedad, apareciendo en tiempos de los celtas, en varios testimonios escritos, como capital de los vettones.
    Durante la conquista romana, Caurium se encuentra formando parte de la Lusitania, convirtiéndose en ciudad extipendaria; más tarde, con la caída del Imperio Romano, se situará dentro del reino suevo y, cuando éstos son derrotados por los visigodos, Coria, como centro de especial importancia, se constituye en sede episcopal, datando su obispado de tiempos de Constantino, entre los años 313-337, y apareciendo ya su obispo Jacinto en las actas del III Concilio de Toledo, celebrado en el año 589.
    En época musulmana, siglo VIII, convertida en Medina Cauria o Alkarika, destaca como foco importante de resistencia y rebeldía contra los emires y califas de Córdoba.
    Durante la reconquista la zona pasará de manos cristianas a musulmanas sucesivamente, destacando durante este tiempo la toma de la ciudad, en 1142, por el rey Alfonso VII, que restabalecerá su obispado. A principios del siglo XIII, Alfonso IX de León le concede sus fueros.
    En el siglo XV, el rey Enrique IV, la hizo cabecera de condado, concediéndola a Don Gutiérrez de Cáceres y Solís quien, en unión de su hermano Don Gómez, la empeñó por cierta cantidad de dinero al Duque de Alba que, en 1470, se queda con ella con el título de marquesado.( Coria-Cáceres)

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