Reseña personal
A menudo concibo la poesía como un medio de vida diario y necesario para subsistir, como una forma de poder decir plenamente qué siento y cómo lo siento en determinados momentos o ante determinadas situaciones.
La poesía es un sentimiento que fluye, que pasa y se marcha.
“Primero crear, segundo crear y tercero crear, esa es la obligación del poeta” dijo en su día acertadamente Vicente Huidobro. Y así es como vivo yo la poesía, desde un punto de vista creativo, real o irreal y surrealista, donde priman las formas, los colores y las acciones. El poder elegir un objeto y estirarlo hasta romperlo es un privilegio que tenemos los poetas y no podemos despreciarlo, la inmediatez que da la poesía, el momento exprés de atrapar algo al vuelo, mirarlo y volverlo a soltar habiendo anotado en segundos un catálogo inacabable de ideas acerca del mismo. Ser poeta es un placer, sentir la poesía un deber, por eso considero al poeta como esa persona capaz de decir todo aquello que nadie más podría decir.