El largo y convulso trayecto en las artes que transcurre desde la aparición del cubismo y del arte abstracto hacia el final de la primera década de 1900 hasta la corriente más esencialista, el Minimal Art, está salpicado de guerras y revoluciones y también de grandes cambios ideológicos y sociales.
Concretamente en las artes visuales la evolución ha sido radical, ha evolucionado entre una proliferación intensa de estilos, tendencias, movimientos, corrientes y, en general, de una enorme diversidad de actitudes del pensamiento ante el hecho artístico, impulsadas por las vanguardias de entreguerras.
Una vez finalizadas las dos contiendas mundiales, en cuyos aledaños temporales se catalizan algunas de las tendencias que han tenido más influencia en el devenir del arte del s. XX. En nuestro caso, aquellas corrientes que han definido la senda de la perspectiva esencial son, además de la abstracción, todas las articuladas alrededor del constructivismo, del movimiento De Stijl, del Dada y de la Bauhaus.
Más cerca de la mitad del siglo, tras el éxodo a América de un gran número de artistas y de intelectuales europeos, las enseñanzas del Black Mountain College, donde estuvieron John Cage, Josef Albers y muchos otros como profesores, fueron años decisivos para el desarrollo de esta vía.
Poco después vino el predominio del arte conceptual, de la desmaterialización del arte y del Minimal Art, este último con ciertos códigos reductores, estableciendo el canon de las esencias representativas de la realidad.
En la exposición se pueden ver obras de los seguidores de esta perspectiva, tanto desde la percepción de los objetos como en la práctica de los artistas en la muestra.
Los autores adoptan los principios que la caracterizan con actitudes diferentes.
Los minimalistas históricos se ajustan con rigor a sus reglas, mientras después otros lo hacen con grados diversos de heterodoxia. Todos, mirando la realidad desde una perspectiva esencial.
59 obras en exposición
