El hotel flanquea una de las esquinas de la plaza principal del pueblo, y sus gruesos muros de cal levantados hacia el año 1600, junto con las amplias dependencias de su pasado agrícola, parecen aislarlo del exterior, dando la impresión de que no se está en un pueblo, si no en el interior de una cortijada.

En la decoración, se ha utilizado, además de piezas tradicionales de la casa, arte contemporáneo de artistas españoles y portugueses, como Alcaraz y Diego Canogar, que evocan la pintura de Zurbarán.

La casa, cuenta con tres salones: Uno de nueva construcción, "el Cortinal", apto para celebrar grandes reuniones; otro de forma alargada que engloba las antiguas cuadras y laneras de la casa y por último los antiguos salones abovedados, con vistas a la plaza.

Las habitaciones son nueve, todas tienen chimenea, baño y climatización. El jardín, con una amplia piscina, está compuesto por árboles autóctonos, como encinas, quejigos e higueras.

Previo encargo, el hotel organiza diversas actividades, como tiro al plato, fiestas de matanza, excursiones en coche de caballos, etc

Existen además interesantes rutas para conocer esta región, que cuenta con lugares de gran interés natural, como la mina de la Jayona, y con pueblos tan singulares como Llerena, Montemolín, Zafra, Jerez de los Caballeros, Segura de León, Calera de León, entre otras.