(Con el Catón en la mano)

  •  

     

     

          El amor con las horas, los días, se vuelve monótono y perezoso. Con el tiempo, como el agua erosiona el duro granito va desgastando la pasión, nos va hermanando. Si el tiempo de la unión fue placentero, dilatado  en  tiempo, quizás,  quede el  cariño que nos hará la monotonía soportable pero con el claro riesgo de que el vuelo de cualquier mariposa llame nuestra atención, nos pueda mover al abandono, la ruptura…

        El amor es caprichoso y selectivo no se presta, no acepta nuestras voluntades, ¡ninguna norma social¡ y trata de escapar del aburrimiento y regresar a nuestras primarias fantasías que andan siempre, de puerta en puerta, de mata en mata, ¡de flor en flor!

     

                               Badajoz a tanto de tantos

                                         José Manuel Ferrera Boza

0 comentarios