CCOO estima que hubiera sido mucho más adecuado sustituir la costosa celebración institucional del Día de Extremadura en el Teatro Romano de Mérida por un acto austero en la propia sede de la Presidencia que se restringiera a la entrega de las medallas.

Para CCOO, la situación económica, social y laboral de la región chocan con los fastos organizados por el Gobierno del PP para este día, responsable de una política de recortes y de ajustes que está llevando al límite a muchos extremeños y extremeñas y que provocan más paro y desprotección social.

Celebrar este año el Día de Extremadura con boato es un gesto de incoherencia del Ejecutivo regional, que podría haber optado por una celebración que buscará ahorrar los costes del gran acto del Teatro Romano.

CCOO hace un llamamiento en el Día de Extremadura a los trabajadores y las trabajadoras y a la ciudadanía en general, para que se rebelen y se manifiesten contra las políticas de recortes impuestas para salir de la crisis.

Además, CCOO reclama al Gobierno extremeño un cambio drástico en su política, puesto que con el  beneplácito que da a las acciones del Ejecutivo de Rajoy está perjudicando muy seriamente el desarrollo y la cohesión social de la región.

Las medidas del Gobierno sólo buscan satisfacer las demandas del sistema financiero, olvidando que están llevando a extremos insoportables a la ciudadanía, a los trabajadores y trabajadoras, a los empleados públicos y las personas más desfavorecidas, entre ellas los 164.000 desempleados de la comunidad extremeña.

El camino emprendido por el PP pretende desmantelar el estado social, la sanidad y la educación pública, el sistema de atención a la dependencia y la cohesión social.

Se trata en definitiva de un deterioro democrático sin precedentes, incumpliendo incluso los programas electorales con los que  obtuvieron la confianza mayoritaria del pueblo.

Por ello, en Extremadura, debemos estar más concienciados que nunca de que se necesitan y existen otras formas más justas socialmente para salir de la crisis y avanzar en el desarrollo de nuestra región. 

No se pueden permitir más retrocesos. Hay que actuar a través de la presión social con la participación en las movilizaciones y exigir un cambio de rumbo, un cambio de políticas que cree empleo, que mantengan los derechos sociales y el estado del bienestar.