El Consejo de Gobierno de Extremadura aprobará mañana la licitación del contrato de comercialización de productos turísticos y de adquisición de derechos de publicidad con fines de promoción de Extremadura a través del transporte aéreo, con un presupuesto de 4,1 millones de euros y una duración de 20 meses.

El nuevo contrato va más allá de la publicidad de Extremadura en los aviones. Es un contrato integral de promoción turística de la comunidad autónoma que contempla un conjunto de acciones coordinadas a través de compañías aéreas y agencias de viajes.

La licitación se realizará en dos lotes, por un lado la promoción asociada a la ruta entre el Aeropuerto de Badajoz y Madrid, y por otro lado a la de Barcelona, con presupuestos de 2.620.000 euros y 1.480.000 euros, respectivamente.

El contrato contempla que haya enlace aéreo con Barcelona al menos 4 días a la semana.

En cuanto a los vuelos a Madrid, se recogen al menos 5 frecuencias semanales del 1 de agosto al 21 de octubre de 2015 y al menos 11 frecuencias cada semana entre esta fecha y el 21 de marzo de 2017. Para el verano de 2016 (de junio a septiembre), se establece la posibilidad de que la empresa adjudicataria reduzca a siete las frecuencias, sustituyendo el resto por vuelos a otros destinos.

La Consejería de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Turismo asegura que con este contrato se persigue promocionar Extremadura como destino turístico a través de vuelos regulares entre el Aeropuerto de Badajoz y las principales plataformas aeroportuarias del país, favoreciendo también la llegada de viajeros procedentes de cualquier punto del mundo.

También se pretende conseguir una promoción especializada de nuestra región dentro de los aviones que cubran las rutas extremeñas y a través  de una red de agencias de viajes, con acciones específicas que sitúen a Extremadura en los principales mercados nacionales emisores de turistas.

A través del contrato se garantizarán rebajas de precio del 25% en los vuelos para los titulares de la tarjeta SATE, que son personas con bajo nivel de renta pertenecientes a colectivos como los jóvenes, los pensionistas y las víctimas de violencia de género.