La decisión adoptada el pasado 3 de julio por el Ayuntamiento de Plasencia de prohibir la celebración del botellón en todo el término municipal ha llamado la atención en varias localidades extremeñas que han solicitado información al Gobierno local sobre la forma en que se ha llevado a cabo este proceso.

Entre las localidades que se han interesado se encuentran Almendralejo y Villafranca de los Barros, ambas de la provincia de Badajoz, y esta última tristemente de actualidad tras el reciente atropello de cinco jóvenes que participaban en el botellón.

El hecho de que el Ayuntamiento placentino no haya recibido ninguna queja por parte del colectivo joven del municipio ante la decisión de prohibir la celebración del botellón y que dicha prohibición se esté respetando sin incidentes dignos de mención hace que el proceso llevado a cabo en la capital del Jerte esté siendo estudiado por otros municipios.

El Ayuntamiento de Plasencia aprobó en abril de 2003, tras mantener varios contactos con el colectivo juvenil de la ciudad y en virtud la entonces recién aprobada Ley de Convivencia y Ocio de Extremadura, designar al recinto ferial "El Berrocal" como único lugar autorizado para la celebración del "botellón" en la localidad.

En aquellos momentos, el recinto ferial estaba bastante alejado de los núcleos residenciales de la zona norte de la localidad, pero con el paso de los años, las viviendas han ido proliferando en el lugar hasta llegar a la existencia de viviendas a escasos metros del recinto ferial.

Esta cercanía de las viviendas y los actos vandálicos registrados cada fin de semana en el camino de ida y vuelta al "botellón", llevaron a los vecinos de la zona a pedir el cambio de ubicación del punto de encuentro o, en su defecto, la eliminación total del mismo.

El anterior gobierno local inició la búsqueda de una nueva ubicación pero las cuatros alternativas propuestas por la Policía Local no convencieron a nadie, de ahí que la decisión quedara en suspenso hasta después de la cita electoral del 22 de mayo de 2011.

Con motivo de la campaña electoral, el entonces candidato del PP y hoy alcalde, Fernando Pizarro, se comprometió a eliminar el botellón del Berrocal para después abrir una negociación con todos los implicados al objeto de tomar una decisión definitiva sobre buscar otra ubicación o proceder a la prohibición total y permanente.