Como un "bien de interés económico", así como una fiesta "sostenible" que contribuye al "mantenimiento de la dehesa", fue calificada la fiesta taurina por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien ha salido en su defensa ante la polémica en Cataluña.

En el Parlamento de Cataluña se lleva a cabo un debate sobre la tauromaquia que busca prohibir las corridas de toros en dicha región, argumentando el maltrato animal, el sufrimiento animal y la superioridad ética del ser humano. Mientras en la Comunidad de Madrid se le ha declarado la fiesta taurina como bien cultural.

Dicha polémica ha pasado al plano nacional y ha puesto el tema en la coyuntura política, por lo que el líder extremeño ha salido en su defensa precisando que para una región como Extremadura más que un "bien de interés cultural" se trata de "un bien de interés económico".

Vara ha sustentado su posición recordando que en Extremadura existen más de 300 ganaderías relacionadas con el mundo del toro, un sector que "genera riqueza, crecimiento y empleo".

Asimismo él "defiende los toros" por todo "lo que mueve" esta fiesta, los empleos que genera y también porque contribuye al "mantenimiento de la dehesa".

Se trata de "un bien de interés económico y sostenible" insistió,  al tiempo que dijo que "por eso" defiende la continuidad de la celebración de corridas de toros. Del mismo modo, señaló que a él ha defendido "siempre" esta fiesta puesto que le gusta asistir como aficionado a las corridas.

El jefe del Ejecutivo Regional, asegura que ha salido en su defensa no por tradición ni por que sea declarado bien cultural, sino por su carácter de promotor económico  y generador de empleo en la región.

"No defiendo que sea bien de interés cultural, ni por tradición, sino bien de interés económico", concluyó el dirigente extremeño sin entrar en otras valoraciones a raíz del debate suscitado en los últimos días en torno a este asunto.