UGT Extremadura considera que  los datos de la EPA del tercer trimestre confirman el fracaso de la política económica que se está implementando que provoca un aumento continuado del paro en Extremadura hasta los 167.000, un nuevo máximo histórico.

Algo estaremos haciendo mal cuando en el último año el paro ha crecido en Extremadura un 45,08% mientras que en España este porcentaje es del 16,06%. Las cifras de este trimestre son, en algunos aspectos, inusuales como el incremento sorprendente de la cifra de actividad con 19.000 nuevos activos de los que 15.700 son demandantes de primer empleo. La ocupación también crece sustancialmente pero el 91% de los nuevos asalariados son temporales lo que hace crecer la tasa de temporalidad hasta el 36,2%.

El Sindicato reitera que mientras la economía esté en recesión y no se lleven a cabo políticas de estímulo, seguiremos instalados en cifras de paro descomunales e inasumibles. 

Los datos de la EPA en este tercer trimestre son un paso más en la mala evolución del desempleo. La cifra de 167.000 extremeños desempleados supone una nueva cima que sobrepasamos, con uno de cada tres extremeños en desempleo. El incremento de 2.600 personas paradas supone ocho veces más que en el mismo trimestre del año pasado.  

Sorprende el comportamiento de la población activa que se incrementa en porcentajes inéditos en los últimos años (3,85%) y que contrasta notablemente con lo sucedido en el ámbito estatal (-0,05%) y en el mismo periodo temporal en la región en ejercicios procedentes, cuando decrecía.

Estas cifras, con 9.000 hombres y 10.000 mujeres más incorporados a la búsqueda de empleo, resultan desacostumbradas y pueden inducir a error sobre la verdadera realidad del mercado laboral extremeño que no es otra que la caída incesante de la economía que se traduce en un aumento continuado del desempleo, en un contexto de incremento de los trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo de suspensión (entre enero y agosto de 2012 aumentan un 98% frente al año anterior). 

Es reseñable el incremento de la ocupación en 16.300 personas, aumento que se centra en el sector servicios (+9.600), aunque también sube el empleo en otros como la industria (+3.800) o la agricultura (+2.700). El número de asalariados crece en 18.100, de los cuales 6.200 corresponden al sector público, lo cual también resulta infrecuente en este trimestre.

El 91% de los nuevos asalariados son temporales, lo que provoca la elevación de la tasa de temporalidad hasta un 36,2%, de las más altas del país. Resalta asimismo el trasvase que se produce en el sector de la construcción por el hecho de que baja el volumen de sus asalariados en 1.800 personas y se incrementan paralelamente los empresarios de este mismo sector en 1.700 efectivos. 

En cualquier caso este incremento de la ocupación no tiene reflejo y entra en contradicción con la evolución de la afiliación a la Seguridad Social que a lo largo de este periodo (julio-septiembre) ha experimentado un descenso continuado ( 373.989 afiliados a fines de julio, 372.828 en agosto y 370.195 a 30 de septiembre).

La tasa de paro en Extremadura es del 32,66%, 7,6 puntos por encima de la media nacional. En un año la cifra de parados en Extremadura ha crecido en 51.900 personas, un aumento del 45,08% que contrasta notablemente con el 16,06% de aumento en el ámbito nacional. Esto se corresponde con una economía extremeña en recesión con caídas más sustanciales que la media nacional. 

El 53,41% de los desempleados extremeños (89.200) son parados de larga duración y la tendencia a incrementarse prosigue con 2.200 más en este trimestre. El recorte en las prestaciones por desempleo dificulta aún más la existencia de estas personas que están al borde de la exclusión. En Extremadura hay 53.100 hogares con todos sus miembros en paro.

Para UGT Extremadura los datos confirman que la política económica actual no es la adecuada para recuperar el crecimiento y, por tanto, la creación de empleo, sino todo lo contrario, porque las políticas de ajuste que tienen como objetivo último recortar los niveles de déficit, están ahogando toda posibilidad de recuperación y profundizando aún más en la destrucción de empleo. Si se recortan las posibilidades de consumo de los ciudadanos (reduciendo los salarios de los empleados públicos, destruyendo empleo y eliminando o reduciendo prestaciones por desempleo), la recuperación cada vez está más lejana.

En este contexto el contenido del Proyecto de Presupuestos de Extremadura para 2013 resulta inútil para incentivar la creación de empleo. Hay que devolver la prioridad de la recuperación económica y del empleo a la política económica, no la reducción del déficit como única salida posible. Sin crecimiento, no hay forma de reducir el déficit. Sin crecimiento no hay empleo.