El Museo Provincial de Bellas Artes de Badajoz se encuentra actualmente en un momento especial, de rehabilitación y ampliación de sus espacios, que culminará el próximo año 2014.

 Indica su director, Román Hernández, que “el museo está actualmente abierto en un 50% de sus espacios y mantiene un intenso programa de actividades, por cuanto está demostrado que los museos procuran a toda costa no cerrar cuando acometen un proceso de remodelación, ampliación, etc. y se ven afectados por obras. Es sabido que un museo cerrado se ve muy perjudicado durante y después del cierre”.

Aprovechando que una parte de la colección permanente estaba retirada de las salas en las que habitualmente se exhibe, se programan exposiciones itinerantes. La primera lleva por título “Pintura de flores”compuesta por 32 cuadros del pintor pacense Felipe Checa Delicado.

Está exposición tiene como objetivo propio dar a conocer y difundir parte de los fondos del museo, a la vez que rentabilizar social y culturalmente una parte del patrimonio pictórico extremeño a través del conocimiento y disfrute de este selecto ramillete de pinturas de flores, que fueron creadas por el pintor pacense Felipe Checa Delicado, “artista -afirma Hernández- que con su obra escribió una de las mejores páginas de la historia de la pintura extremeña”.

Aprovechando esta especial situación, el Museo Provincial de Bellas Artes  ha producido la presente exposición itinerante para ser exhibida en salas de los ayuntamientos de la provincia de Badajoz que cuenten con las condiciones necesarias de seguridad y conservación para recibir obras de arte y den las garantías suficientes para que las pinturas puedan ser mostradas públicamente  sin riesgos.

  Hasta el momento la exposición se ha mostrado en localidades como Vadelacalzada, Guareña, Fregenal de la Sierra, Olivenza, Higuera la Real y Llerena.

 El próximo jueves, 10 de octubre, llega a Villafranca de los Barros para continuar después su viaje por otras localidades de la provincia.

“De este modo -asegura Román Hernández- se rentabiliza social y culturalmente un patrimonio valioso. Dicho de otro modo, el Museo de Bellas Artes sale de su ámbito habitual y se aproxima a otros ciudadanos extremeños, digamos que el museo los visita en su localidad”.

 La exposición “Pintura de flores” la componen 32 cuadros del pintor pacense Felipe Checa Delicado. Esta colección de flores formando ramos, adornadas con hojas y colocadas en su florero, constituyó un género que fue practicado por pintores especializados desde el griego Pansias en el siglo IV a. de C. hasta nuestros días. Se integra dentro de las denominadas naturalezas muertas, compartiendo temática con el bodegón.

“Checa -explica Román Hernández- fue el único extremeño que practicó con asiduidad la pintura de flores, generalmente pintadas al óleo sobre tabla ya que el lienzo es excepcional en este género. Los formatos son preferentemente verticales, no forman ramos en floreros sino que se presentan próximos al espectador sobre un fondo oscuro o neutro, al modo de sus bodegones. Las composiciones van desde una sola flor, pasando por dos o tres ejemplares hasta conjuntos más numerosos pero equilibrados”.

De pequeño formato, la colección de Felipe Checa, pintada en el siglo XIX, tiene una gran importancia no sólo por su valor artístico, también porque se exhiben son sus marcos originales y, según Hernández, “por lo agradable de ver ya que cumple uno de los objetivos del arte, la delectación de los sentidos”. Por el tamaño y la temática, la muestra encaja bien en espacios de casas de cultura y ayuntamientos.

Las pinturas de flores del maestro Checa están lejos de composiciones nutridas y fecundas. Román Hernández las caracteriza en su sencillez, claridad y simplicidad, “donde prevalece una moderada asimetría y un rico colorido, además de su realismo clásico y el gusto por el detalle tan propio de las escuelas holandesa y flamenca frente a las vanguardias impresionistas de la época”.