El XXVII Festival de Teatro Clásico de Alcántara abrió anoche de la mejor manera posible una nueva edición del festival alcantarino. Numeroso público se congregó en las calles del pueblo para disfrutar del colorido y atrevido espectáculo diseñado por la compañía Teatrapo para la ocasión. Fuego y dragones tomaron las calles de Alcántara para deleite de los vecinos y visitantes.

A las once de la noche, la buenas perspectivas que el pasacalles había despertado se confirmaron con la presencia de casi 1.500 espectadores en las gradas de el Conventual de San Benito, hay que recordar que Alcántara tiene en la actualidad una población de 1.600 habitantes. Todos los asistentes pudieron disfrutar de una velada para enmarcar.

En primer lugar, los asistentes escucharon y se rieron con el juego que el pregonero de esta edición había preparado para la cita. El presentador Cristián Gálvez, acompañado por su mujer, la alcantarina Almudena Cid, invitó a al público que llenaba el Conventual a participar en un ‘Pasapalabra’ colectivo’ que tenía como principal protagonista los monumentos de Alcántara, y como no, su festival de Teatro. Durante el pregón, Gálvez pidió una y otra vez que el Puente Romano de Alcántara sea declarado Patrimonio de la Humanidad.

Morfeo vuelve a triunfar en Alcántara

La compañía burgalesa Morfeo Teatro volvió a demostrar que la comedia es un terreno que domina a la perfección. En su tercera aparición en el Festival de Alcántara la compañía volvió a arrancar una gran ovación al público alcantarino, como ya hiciera hace cuatro años con El Buscón de Quevedo, o hace dos años, con los entremeses de Burlones y Burlados.

Apoyados en las brillantes interpretaciones de Francisco Negro, en el papel de El Corregidor, y del extremeño Javier Leoni, en el papel del alguacil Guadaña, la compañía presentó una bonita y sencilla versión de El Sombrero de Tres Picos. Teatro sin vestiduras, sencillo y directo que conectó enseguida con el público alcantarino, que respondió con risas y aplausos a la propuesta de la compañía burgalesa.

Una escenografía sencilla para recrear los primeros años del siglo XIX y un vestuario de época eran el único apoyo material del elenco de actores que ayer saltó al escenario del Conventual. A partir de esa escueta propuesta escénica, una cuidad iluminación y una perfecta combinación de ritmo y música sirvieron para engalanar una obra que dejó un gran sabor de boca en el público presente, que despidió en pie y con aplausos a la compañía burgalesa.

Recital de Castúo para concluir la noche

Al terminar la obra en el Conventual de San Benito tuvo lugar en la Plaza de San Pedro un recital de poesías en castúo, de los poetas Luis Chamizo y José Mª Gabriel y Galán, saboreada con los mejores palos del flamenco. Los rapsodas Arturo Santano y Rosa Claver recitaron poesías acompañados por la guitarra flamenca de Perico de la Paula y por el cante de Pedro peralta trasladando al espectador el sentir profundo del poeta.

ESPECIAL INFOMATIVO DEL FESTIVAL DE TEATRO CLÁSICO