La compañía Rakatá, dirigida por Ernesto Arias, puso en escena ‘El castigo sin venganza’ de Lope de Vega, el domingo por la noche por la noche en el Conventual de San Benito en el marco de la XXVII edición del festival de Teatro Clásico de Alcántara. Una buena entrada, más de 900 espectadores, indicaba que los aficionados al teatro se habían creado grandes expectativas con esta obra, y todas ellas se cumplieron, a juzgar por los aplausos del público después de cerca de dos horas de espectáculo.

Sobre el escenario nueve actores y actrices de prestigio como el veterano Gerardo Malla o Rodrigo Arribas, entre otros. Todos ellos: Lidia Otón, Bruno Ciordia, Jesús Fuente, Alejandra Mayo, Jesús Teyssiere, Manuel Sánchez Ramos, Belén Ponce de León – el resto del elenco- convencieron al público con sus acertadas interpretaciones.

Una escenografía sencilla permitió que las arcadas renacentistas del Conventual brillaran anoche de una forma especial. La compañía y el director de la obra, conocedores del espacio que visitaban, jugaron una y otra vez con el escenario que les ofrecía el Conventual de San Benito, y los actores visitaron e interpretaron desde los arcos del Conventual, detalle que apreció el público alcantarino.

Teatro en estado puro

Los espectadores han podido presenciar teatro en estado puro. La pieza está escrita con un texto exquisito, empleando un lenguaje prodigioso y elegante, con un verbo que encumbra la poesía y una poesía que enaltece el teatro. De El castigo sin venganza entresacamos perlas como cuando Federico angustiado por su amor imposible, dice: «En fin, señora, me veo sin mí, sin vos y sin Dios. Sin Dios, por lo que os deseo; sin mí, porque estoy sin vos; sin vos, porque no os poseo...» O al final, cuando acuchillan a Federico y este exclama: «¡Oh, padre! ¿Por qué me matan?, a lo que el duque le responde: «En el tribunal de Dios, traidor, te dirán la causa».

No sólo todo el texto es una joya, también resulta digna de resaltar la dirección tripartita a cargo de Ernesto Arias, Simón Breden y Joaquín Yver, amén del ritmo que imprimen a la obra; la escenografía y el buen gusto imperante: simpleza de las columnas-árboles según la acción o los juegos de telones para situar a los personajes; la iluminación sobre éstos y el escenario, destacando secuencias y espacios; el cuidado vestuario, el espléndido fondo musical y sobre todo la interpretación: Todos los artistas dictaron una clase magistral de dicción.

En conclusión teatro con mayúsculas para cerrar los primeros tres días de teatro en Alcántara. Tres obras sobresalientes que han dejado la cifra de más de 3.500 espectadores.

ESPECIAL INFOMATIVO DEL FESTIVAL DE TEATRO CLÁSICO